martes, 1 de enero de 2008

Higiene Dental en la Enfermedad Periodental

La higiene en estos casos ha de ser especial y rigurosa para frenar esta enfermedad que puede conducir a la perdida de nuestros dientes.

Una mayor higiene

La higiene en estos casos ha de cuidarse especialmente ya que su causa es la infección producida por la placa bacteriana.

Se realizará el cepillado normal, propio de una adecuada higiene dental, es decir, con cepillo y pasta dental y frotando en todas las caras de los dientes.

En el caso de que exista enfermedad periodontal, hay que colocar el cepillo de modo que sus filamentos formen un ángulo de unos 45 grados con la superficie dentaria, apoyados entre la encía y el diente, en cuyo espacio (surco gingival) deben introducirse levemente.

A continuación se realizan movimientos mínimos circulares y/o laterales de vaivén. Luego se coloca el cepillo en esta misma angulación pero ahora sobre la encía y se giran las cerdas hacia el borde del diente.

El cepillo interproximal, un aliado

Los cepillos interproximales se usan cuando existe espacio entre los dientes, bien porque se haya perdido alguna pieza o bien por pérdidas de la alineación o por rotaciones dentarias. Se usan en sustitución de la seda dental para asegurar la limpieza de las caras laterales de los dientes.

En los casos de enfermedad periodontal avanzada quedarán huecos entre los dientes en la zona que antes quedaba cubierta por la encía. Estos huecos son demasiado grandes para que su limpieza con seda dental exclusivamente sea eficaz, por ello es necesario usar el cepillo interproximal.

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