miércoles, 19 de diciembre de 2007

La bodega en casa

Desde la complejidad de su elaboración hasta los secretos de su cata, el gusto por este caldo exquisito se ha convertido en una auténtica ciencia; ciencia que ahora está al alcance de cualquiera.

Lo que debes saber sobre los complementos:
Los elementos que acompañan al vino tienen una gran importancia. El corcho, el sacacorchos y la copa no sólo contribuyen a la formación de un buen vino, sino que su mantenimiento y cuidado es básico para que la presentación sea la apropiada.

El corcho, por ejemplo, debe ser cambiado cada 15 años para evitar que se seque. En el caso de la copa debe tener un mástil lo suficientemente largo para evitar que se toque la base con la mano al levantarla.

Cómo construir nuestra bodega
Si eres un amante de los vinos puedes construirte una bodega privada en tu propia casa. Eso sí, por pequeña que sea debe cumplir con una serie de requisitos que permitan el correcto cuidado de un líquido tan sensible como es el vino.

A la hora de escoger el lugar te recomendamos que rechaces los garajes o las despensas, y por supuesto, la idea de colocar las botellas en un armario en un rincón de la cocina. Debes encontrar una habitación sin olores y silenciosa. Las vibraciones y los ruidos afectan al vino, causando lo que se conoce como “el mal de la botella”, por lo que has de evitar electrodomésticos, una carretera o cualquier otro motivo de inestabilidad.

La temperatura adecuada es de 12º C aunque varía según el vino. Se recomienda, de todos modos, que no oscile mas allá de los 8º C y los 18º C. Debemos evitar cualquier fuente de calor que pueda modificarla y aislar el suelo con una capa de arena o grava si fuera necesario.

La humedad ideal está entre el 75% y el 80%. El vino se mantiene mejor en un ambiente más húmedo que seco porque el corcho puede deteriorarse, aunque un exceso de humedad puede pudrir las etiquetas. Para evitarlo puedes barnizarlas o protegerlas con papel celofán.


Es necesario que el lugar donde ubiques tu bodega tenga ventilación, pero has de tener en cuenta que la circulación de aire no debe provocar alteraciones muy notables en la temperatura. Busca respiraderos que puedan cerrarse cuando sea necesario.

“El sabor a luz” es uno de los males detectados por los catadores en los vinos oxidados. Por esta razón es debes tapar todas las entradas de luz que haya en la habitación. Para poder guiarte dentro de la estancia, lo mejor es una bombilla eléctrica que usarás sólo cuando sea imprescindible.

La limpieza es esencial, para lo que recomendamos un insecticida inodoro. Una medida muy higiénica es encalar las paredes, ya que la cal no impide la ventilación.

Recuerda que debes mantener las botellas semi-inclinadas, de tal forma que el líquido toque el corcho pero permitiendo que los sedimentos queden en el fondo. También debes evitar que se toquen unas a otras, porque al meter o sacar cualquiera alterarás el reposo del resto.

El vino en la mesa
- Servir el vino joven antes que el viejo.

- Los vinos más ligeros antes que los que tienen más cuerpo.

- Los vinos blancos antes que los tintos.

- El blanco seco deberá ser el primero en ser servido.

- Al final, con el postre, los vinos dulces, generosos no secos y licores.

Es bastante frecuente que sobre algo de líquido cuando ya se ha terminado la comida. No es recomendable dejar el vino en la nevera más de un día porque los demás olores quitarán personalidad y fuerza al jugo.

La Cata
Un buen catador se va formando con la experiencia de los años. Si quieres, puedes aprender algo más saber los pasos a seguir dentro de la cata.

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