lunes, 17 de diciembre de 2007

Perder peso sin dietas

Según unos investigadores del MIT, cada vez puede estar más cerca el día en que las personas puedan comer sus platos favoritos sin engordar, y vivir hasta 120 años sin sufrir enfermedades relacionadas con la edad y la dieta, como la diabetes o cáncer.

Desde hace muchos años los científicos saben que el ayuno controlado puede aumentar en los mamíferos hasta en un 50% la duración de la vida y que, además, los mamíferos que han seguido programas de ayuno no sufren de las habituales enfermedades de la vejez. No obstante, hasta ahora no se ha podido averiguar la razón por la que la ingestión muy reducida de calorías hace que se viva más tiempo.

Por primera vez un equipo de investigación del MIT cree haber descubierto la clave sobre cómo vivir una vida larga, delgada y sana. Según los resultados de sus investigaciones, se deriva de la existencia de una proteína sencilla que controla si un mamífero pierde o almacena la grasa. Este avance permite estudiar cómo funciona la restricción de las calorías a nivel molecular, y podría producir importantes beneficios para las personas (ver abstract del artículo publicado en Nature y escrito por Frédéric Picard, profesor del MIT y miembro del equipo de investigación).

Según este estudio, el gen Sirt1, presente en los mamíferos, contribuye a la movilización de grasas en los experimentos realizados por el equipo con ratones. Normalmente un mamífero quema de forma inmediata las proteínas e hidratos de carbono, mientras que almacena las grasas en tejidos especiales. Al reducir la ingestión de calorías, estos tejidos liberan a parte de las grasas almacenadas. Según los resultados de las investigaciones expuestas en el estudio, cuando la proteína Sirt1 detecta un ayuno a corto plazo, cierra los receptores que normalmente guardan las grasas en las células, reprimiendo los genes controlados por PPAR-gamma (regulador de la grasa corporal). Como consecuencia, las grasas se desprenden de las células y se impide el almacenamiento de más grasas.

Todavía no se sabe si las células humanas responderán de forma igual, pero en el caso de ser así, podría ayudar a prevenir las típicas enfermedades relacionadas con el envejecimiento (cáncer, diabetes, enfermedades cardiacas..). Si se logra imitar el efecto molecular de ayuno, sin tener que someter a las personas a una dieta estricta, los efectos podrían ser espectaculares.

Queda por ver si los avances tecnológicos y de la ciencia moderna logran trasladar este importante descubrimiento a la realidad. Hasta entonces, las personas que necesitan perder peso tendrán que comer sano, seguir una dieta para adelgazar, eliminar las toxinas del cuerpo una de las muchas de dietas desintoxicantes y, definitivamente, comer sano.

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