viernes, 8 de febrero de 2008

Aborto inducido o provocado: causas, procedimientos y posibles consecuencias

Se llama aborto inducido a la interrupción de un embarazo provocada intencionalmente, ya sea por medicamentos, o por una intervención mecánica.

Es un tema de grandes debates, ya que en él están en juego muchos factores éticos, morales, sociales y hasta religiosos; ya sea para la mujer o la pareja que no quieren o no pueden vivir dicho embarazo, como para la vida que se gesta en el vientre de la madre.

Cada país tiene sus leyes respecto al aborto inducido. En algunos países es legal interrumpir un embarazo si este pone en riesgo la vida de la madre, si el feto presenta malformaciones congénitas graves e irreversibles o embarazos por relaciones sexuales forzadas. En otros países todos los abortos son legales.

Causas más comunes que llevan a una mujer a optar por un aborto

Falla del método anticonceptivo. Lamentablemente ningún método anticonceptivo es 100% seguro.
La coacción o violencia sexual. Luego de una violación o un incesto, si se produce un embarazo, es probable que la mujer decida abortar.
Ser joven y/o soltera. A veces la mujer tiene miedo de ser rechazada por la familia o la sociedad o porque un embarazo en estas condiciones limita ciertas metas personales.
Tener demasiados hijos. Una mujer o la pareja pueden decidir que ya tienen suficientes hijos y no desean tener mas.
Relaciones inestables o abandono. Cuando la mujer no se siente apoyada emocional y económicamente por su pareja.
Salud física y mental de la mujer. Cuando una mujer tiene algún problema físico que implicaría que su vida corra algún riesgo o cuando no se siente preparada sicológicamente o físicamente para tener un hijo.
Malformaciones del feto. Cuando el feto tiene graves malformaciones congénitas.
Problemas económicos. Cuando la mujer o la pareja no tienen posibilidades económicas de criar un hijo ya sea por bajos ingresos, desempleo o por ser estudiantes.
Procedimientos bajo control sanitario

En las primeras semanas de embarazo:

Aborto químico. Se produce por una combinación de fármacos. Solo es viable en las primeras semanas del embarazo.
Aborto quirúrgico. El método más usado antes de las doce semanas es el aborto por aspiración. Se succiona al feto usando una jeringa manual o bomba eléctrica de aspiración. Cuando la aspiración no es factible se usa el método de dilatación y raspado. Este último método no es recomendado por la OMS por ser peligroso.
Cuando el embarazo es avanzado:

Si un embarazo debe ser interrumpido por cuestiones terapéuticas, ya sea para salvar la vida de la madre, evitar el nacimiento de un niño con graves enfermedades o malformaciones genéticas, pueden practicarse otro tipo de métodos, pero sus usos han sido muy polémicos. El método más usado es por operación similar a la cesárea con una incisión menor.

Procedimientos sin control sanitario

Todos los abortos deben ser realizados por profesionales médicos, controlados seriamente y en condiciones totalmente asépticas y con instrumentos esterilizados.

Los abortos que no se realizan en estas condiciones pueden tener consecuencias como: infección en el útero o trompas de Falopio, hemorragias, daño en el útero causando infertilidad a largo plazo, y lo mas grave: la muerte de la mujer.

En muchas de estas prácticas clandestinas se administra a las pacientes anestesia general sin monitoreo, intubación, ni oxigeno. Si bien la intervención no dura más de 10 a 15 minutos, el uso de anestesia general siempre tiene riesgos y debe monitorearse al paciente. Esta puede ser una de las causas de muerte en un aborto clandestino. Otra causa de muerte puede ser el uso inapropiado de los instrumentos quirúrgicos, provocando una hemorragia severa.

Si luego de practicarse un aborto, la mujer presenta una hemorragia severa, dolores abdominales o fiebre, debe acudir inmediatamente al medico.

Hay otras prácticas abortivas también muy peligrosas, como poner raíces o sustancias tóxicas en el interior de la vagina de la mujer, insertar objetos dentro del útero, golpear el vientre de la mujer, y un sin fin de prácticas atroces que llevan a muchas mujeres a hospitalizarse de urgencia y muchas veces, con graves consecuencias.

Las estadísticas con respecto a este tema son muy reveladoras y alarmantes

A nivel mundial, se estima que cada año se practican alrededor de 20 millones de abortos inseguros, 4 millones de éstos en América Latina. En 1998, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que en América Latina y el Caribe se realizaron treinta abortos inseguros por cada mil mujeres entre las edades de 15 y 49 años, más del doble del promedio mundial de trece por cada mil.

Se estima que el aborto inseguro constituye la causa primordial de las 600,000 muertes maternas cada año a nivel mundial, es decir, una de cada ocho muertes relacionadas con el embarazo se debe a un aborto inseguro.

Aproximadamente 210 millones de embarazos ocurren cada año en todo el mundo, de los cuales se estima que 38% no son planeados y 22% termina en aborto. En América Latina y el Caribe, de los 18 millones de embarazos que se producen cada año, 52% no son planeados y 21% termina en aborto.

De estas cifras se deduce fácilmente que mas allá de que uno esté de acuerdo o no con el aborto, es un hecho innegable que las mujeres que están decididas a abortar en un país donde es una práctica ilegal, lo seguirán haciendo, exponiendo así su salud y su vida muchas veces a manos de gente incapacitada e irresponsable.

Si una mujer decide hacerse un aborto, ya sea bajo control sanitario o sin el mismo, debe informarse profundamente acerca de la clínica en donde se lo va a hacer, qué métodos usarán, quien se lo hará (si es un profesional o no) y si monitorean la anestesia general en caso de utilizarla.

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