miércoles, 13 de febrero de 2008

Turismo Rural en La Gomera (Uno de los rincones más impresionantes de las islas Canarias).

La Isla de La Gomera forma parte del Archipiélago Canario, siendo la segunda mas pequeña en extensión con 369 km2 dispuestos en una configuración prácticamente circular, situada junto a la isla de Tenerife de la que le separan escasos 28 km en su punto más cercano.

Geológicamente hablando es la isla mas antigua del archipiélago con dos millones de años desde su ultima erupción volcánica, lo que le concede una serie de características producidas por la erosión, que ha formado espectaculares barrancos, impresionantes pitones volcánicos expuestos en la superficie y acantilados marinos de singular belleza. En el centro se alza el Alto de Garajonay, punto mas alto de la isla con 1.487 m, que debe su nombre del Parque Nacional de Garajonay por el que se ve rodeado proporcionando a la isla una exuberante alfombra verde que ocupa el 11% del territorio insular.

El clima de la isla nos ofrece dos ambientes bien diferenciados, norte y sur . La zona norte de la isla, histórica y antiguamente mas poblada, donde se encuentran los municipios de Hermigua, Agulo y Vallehermoso . Ofrece un clima estable compuesto por temperaturas suaves y un grado de humedad medio producido por el efecto de los vientos alisios, que proporcionan un suave rocío a la vegetación existente formada en gran parte por especies del Parque Nacional de Garajonay, localizado en las zonas altas de los tres municipios. Claramente diferenciando el sur de la isla, a sotavento, ofrece temperaturas algo mas elevadas, menor humedad, y escasa vegetación. La población se compone por los municipios de San Sebastián, Alajeró y Valle Gran Rey, ubicados en estos dos últimos pueblos los núcleos turísticos mas concentrados de la isla.

Tradicionalmente la economía de La Gomera se basa en la agricultura encontrándose la mayor parte de las zonas de cultivo en las medianías, valles y barrancos de la zona norte, de tal forma que se aprovecha el agua y humedales. Dada la orografía del territorio insular los habitantes, ya desde la época de la colonización, trabajan el terreno de forma escalonada o abancalada, levantando en las laderas impresionantes muros de piedra para formar zonas llanas donde poder cultivar.

La historia y cultura de La Gomera manifiestan aspectos ancestrales de un pueblo lleno de tradición, el folclore es uno de estos aspectos ya que su origen se remonta a los siglos XV- XVI, se basa en el canto de romances formados por poemas épicos de tipo narrativo acompañados por la música de chácaras, instrumento de madera originario de la isla similar a una castañuela grande, y el tambor. A su vez el canto se acompaña de un baile compuesto por dos filas de bailarines enfrentadas, que van formando parejas avanzando y retrocediendo apoyando la punta y el tacón de un pie o de otro según sea el sentido del baile .

La artesanía es otro aspecto de la isla que no ha sufrido cambio alguno en su elaboración desde los tiempos de los aborígenes. Diversa y funcional, destaca la cerámica realizada sin torno, con barro arena y almagre, materiales que principalmente se encuentran en las zonas de medianías y que dan fruto a hermosas tallas de agua, ollas de ordeño y braseros. Como aprovechamiento para las telas en desuso y empleando complejos telares de madera, se realizan a base de tiras de trapo e hilo las llamadas traperas, similares a alfombras que además pueden transformarse en colchas, mantas alforjas o bolsas, según el grosor y la densidad de la tela.

El lenguaje del Silbo, de origen prehispánico, es una forma de comunicación que nace por la necesidad del pueblo gomero de salvar valles, barrancos y altas montañas con el objeto de comunicarse entre los distintos pueblos sin necesidad de realizar grandes desplazamientos. Consiste en deletrear las sílabas silbando con la ayuda de los dedos introducidos en la boca. Hoy en día son muy pocas las personas que han mantenido esta tradición, aunque actualmente los colegios imparten su aprendizaje como una asignatura más.

La Gomera posee en su altiplanicie central una fascinante selva densa y tupida de un verdor perpetuo mantenido al amparo del manto de nieblas que durante buena parte del año la envuelve. Superviviente de los bosques subtropicales que poblaron el área del mediterráneo hace varios millones de años, durante el Terciario, y que desaparecieron del Continente como consecuencia de cambios climáticos que apenas afectaron a los ambientes subtropicales de estos Archipiélagos. Un singular ecosistema conocido como Monteverde o Laurisilva, perteneciente a la región Macaronésica (Azores, Madeira y Canarias), contrasta con los paisajes secos de las zonas bajas y costas de la isla.

La Laurisilva es un bosque formado por una gran variedad de árboles de hoja perenne cuya existencia está ligada a una elevada humedad y temperatura suave con escasas oscilaciones a lo largo del año. Estas condiciones se dan en la zona de nieblas de las fachadas norte de las islas Canarias, entre los 700 y los 1.200m sobre el nivel del mar, por condensación de las masas ascendentes de aire cargado de humedad, transportadas por los vientos alisios. Su entramado vegetal es una autentica esponja captadora de agua que retiene la humedad de las nieblas, favoreciendo la recarga de los acuíferos insulares y, por tanto, el aprovisionamiento de agua para consumo humano.

Desgraciadamente, buena parte de los dominios de la Laurisilva han desaparecido por la acción humana. Su manifestación mejor conservada se encuentra en las cumbres de La Gomera, donde todavía es posible encontrar zonas prácticamente vírgenes. Con el fin de asegurar su conservación se creó en 1981 el Parque Nacional de Garajonay, declarado posteriormente por la UNESCO Patrimonio Mundial.

El mar significa una barrera infranqueable para la colonización de las islas por muchos seres vivos. Esto explica que la fauna vertebrada del Parque esté compuesta básicamente por aves y reptiles, siendo los únicos mamíferos autóctonos los murciélagos. En total 38 especies de vertebrados viven en el Parque, destacando las dos especies de palomas endémicas, la paloma turqué y la paloma rabiche. Pero es en la fauna invertebrada, con cerca de 1.000 especies, donde se presenta la mayor diversidad, elevándose a unas 150 las especies que sólo viven en el Parque, Garajonay es por tanto un importantísimo refugio de fauna.

El Parque Nacional pone a disposición del visitante servicios de guías interpretes para acompañamiento de excursiones guiadas (previa cita en el Centro de visitantes); Agentes forestales que vigilan el parque y pueden ayudarle y aconsejarle. Antes de caminar por el Parque le recomendamos que acuda al Centro de Visitantes, abierto de martes a domingos de 9.30 16.30 h. En este recinto se puede conseguir una visión general del Parque mediante paneles audiovisuales, además de conseguir libros, folletos, mapas, artesanía local .
Algunos de los senderos que usted puede realizar dentro del parque son : Contadero-mimbreras, Jardín de las Creces- Las Hayas, El Contadero-Alto de Garajonay. Si además desea caminar por los senderos tradicionales que recorren toda la isla.

La Gomera conjuntamente con el Parque Nacional cuenta con todas las figuras de protección, alcanzando un numero de 17 espacios que abarcan una extensión de 12.450 hectáreas, ocupando una tercera parte del territorio insular.

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