miércoles, 13 de febrero de 2008

Turismo rural en La Campiña Sevillana (Carmona-Ecija-Osuna).

Discurre esta ruta por las tierras llanas y fértiles que ocupan la margen izquierda del Guadalquivir en su curso medio, entre Córdoba y Sevilla : paisajes de horizontes abiertos y leves ondulaciones, donde alternan los cultivos de la trilogía mediterránea -trigo, vid, olivo- y predominan los latifundios.
Su riqueza y situación convirtió a estas campiñas en importante lugar de asentamiento desde la antigüedad -muchos de sus pueblos tienen origen romano- y en ellas encontrará el viajero ciudades y pueblos grandes donde la mezcla de la arquitectura "culta" o de autor con la popular, genera impresionantes conjuntos urbanos.
En Carmona, Osuna o Ecija pueden verse -combinados de mil formas- los elementos con los que suele componerse el prototipo de "casa andaluza" : fachadas amplias y encaladas, portadas resaltadas, puertas de madera claveteadas, ventanas con rejas sobre poyetes, con guardapolvos, tejadillos o remates ; en el interior, el zaguán, el patio, el doblado o soberao.


Declarada conjunto Historio Artistico en 1963.
Carmona es centro de la Ruta Bética Romana, ruta temática-turístico-cultural que recorre todas aquellas ciudades que atesoran parte del legado romano de Andalucia. Es una de las ciudades de mayor abolengo histórico, situada en la zona de Los Alcores . Aún se percibe el trazado de la ciudad realizado durante el período cartaginés .
Celebra varias fiestas tradicionales , como los Carnavales , en febrero, la Feria , a mediados de mayo, y las Fiestas Patronales de Ntra. Sra. de Gracia , la segunda semana de Septiembre.
La ciudad monumental mantiene numerosos edificios de la arquitectura civil, militar y religiosa:
De entre los primeros destacaremos el conjunto de la Plaza de San Fernando, el antiguo Ayuntamiento y multitud de casas de estilo mudéjar y renacentista.
De los segundos señalaremos las murallas, el Alcázar de Arriba o de la Puerta de Marchena; en la Plaza de Armas podemos admirar el edificio del Parador de Turismo "Rey don Pedro". La arquitectura religiosa es muy amplia, desde las Iglesias de Santiago, San Blas, San Felipe, San Pedro, San Bartolomés, Santa María, hasta los Conventos de Santa Clara y de Las Descalzas.
No podemos olvidar la Necrópolis romana , única en su género, y que es muestra de la importancia que tuvo Carmona en la Bética romana.

¿Qué comer?
Tostás con manteca colorá y tropezones de lomo. Migas. Picaíllo. Gazpacho. Papas en amarillo con bacalao. Perdiz a la cortijera.

Dulces: Gachas. Tortas inglesas. Torrijas. Bizcochos a ciegas. Hojaldres. Cortadillos. Bollos. Bollos de aceite. Palmeras. Tortas de Aceite. Bizcocho antiguo. Pastelillos.



Los orígenes de Osuna se remontan hacia el año 1000 a. C, a la época de los tartesios.

En el periodo de Al-Andalus fue llamada Osona. En esta época nacieron importantes poetas, científicos, gramáticos y juristas.

La conquista cristiana fue llevada a cabo por Fernando III en el año 1240. En 1264, ante problemas de repoblación y mantenimiento de fronteras, Alfonso X el Sabio cede la localidad a la Orden de Calatrava, de la que es Encomienda Mayor. En dos siglos, llega a alcanzar la cifra de 2.500 habitantes.

Siendo Maestre de la Orden Pedro Girón, en 1464 la Villa es permutada por Fuenteovejuna y Bélmez, convirtiéndose en el núcleo del Condado de Ureña.

Con el cuarto conde de Ureña, D. Juan Téllez Girón, la ciudad alcanzará un gran esplendor. En 1562 le fue concedido el título de duque de Osuna al quinto conde de Ureña. El deseo de ascender en el estamento nobiliario fuerza a los Téllez Girón a desarrollar todo un programa constructivo que remodelará absolutamente el paisaje de Osuna, capital del señorío de los Téllez. En esta época se fundará la Colegiata, se creará la Universidad, 19 monasterios y 4 hospitales, y surgirán en el paisaje numerosas casas solariegas y palacios.

Fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en el año 1967.

¿Que comer?
Repapalillas de bacalao, cocino ursaones.

Dulces: Gachas de San Arcadio (crema dulce que se toma tradicionalmente el día del Patrón). Los bizcochos marroquíes. Los dulces artesanos de las Hermanas Mercedarias. Los turrones artesanos navideños elaborados en las confiterías.

Una bella ciudad de pasado señorial dominada por sus grandiosas torres y cúpulas barrocas. Écija, la antigua Astigi ibero-turdetana y Colonia Augusta Firma romana, Durante el imperio Romano Écija se equiparaba en importancia a ciudades con Hispalis (Sevilla), Corduba (Córdoba) o Gades (Cádiz).
Fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1966.

Es conocida, además de por su importante legado patrimonial, por ser cuna de los Pura Sangre de Raza Española y refugio de aquellos que aún se conmueven con los majestuosos vuelos de halcones y azores.

Razones no le faltan para ser considerada uno de los tesoros de la Campiña Sevillana.
Desparramados por el campo pueden verse las construcciones ligadas a las grandes explotaciones agrarias : haciendas de olivar, cortijos y lagares. Estos edificios han prestado también, pese a encontrarse muchas veces en el "límite" de lo popular, una imagen típica de Andalucía y de su arquitectura.

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