miércoles, 13 de febrero de 2008

Electrolipólisis. Tratamiento electroestético que actúa sobre la celulitis y el panículo adiposo

A este tratamiento médico-estético también se le denomina celulolipólisis. Es un tratamiento que, en función del electrodo de aplicación que se emplee para el paso de corriente, se puede clasificar dentro de los tratamientos de Medicina Estética, cuando sus electrodos se implantan en la piel mediante finísimas agujas o en tratamientos estéticos, sus electrodos se aplican superficialmente sobre la epidermis en forma de placa.




La electrolipólisis es la aplicación de una microcorriente que ofrece resultados aceptables para celulitis localizadas y discretas y permite una corrección del volumen corporal. Como no es, en ningún caso, un tratamiento definitivo para la eliminación de la celulitis y los tejidos grasos, es muy recomendable asociar la electrólipolisis con otros programas dietéticos, de tonificación muscular y otros tratamientos locales, como la mesoterapia.

La electrolipólisis permite eliminar acumulaciones de grasa en zonas corporales que no se solucionan con dietas y ejercicios, como las partes internas de los muslos o las rodillas, entre otras. Se trata de la aplicación de una microcorriente, corriente variable de baja frecuencia e intensidad, microamperios y una mínima duración de pulsos, nanosegundos.

En tratamientos estéticos, lo que se hace es sustituir el electrodo de aplicación de la corriente. Es decir que, en lugar de emplear las agujas para inyectar la corriente en el interior del tejido graso, método por lo tanto invasivo, se emplean electrodos en forma de placa, superpuestos en la superficie de la piel que transmiten el mismo tipo de corriente de forma más superficial –método no invasivo–. Son muy efectivas estas corrientes aunque se apliquen superficialmente, ya que estimularán desde la superficie de la piel hasta su interior de forma sutil y agradable para el cliente.



Tras la aplicación de la electrolipólisis, lo que se consigue es un aumento de la temperatura muy localizado, con la consiguiente estimulación metabólica, que se favorece por la estimulación electrolítica que da lugar al cambio de polaridad de las membranas celulares con el consiguiente gasto calórico. Además, se produce la liberación de enzimas proteolíticos que favorecen la hidrólisis de las grasas. Los desechos generados tras la aplicación de la electrolipólisis se quedan depositados en la zona de tratamiento, por lo que es indispensable que, tras una sesión de este tipo, se aplique cualquier otro sistema de drenaje de desechos, bien sea de tipo manual mediante el drenaje de los desechos hacia los filtros orgánicos o por medio de electroestimulación por gimnasia energética, presoterapia, endermología, etc.

En medicina estética, estas microcorrientes se aplican mediante la implantación por pares de agujas desechables y muy finas, de aproximadamente unos 10 o 20 centímetro de longitud y semejantes a las de acupuntura, insertadas en el tejido graso de forma paralela a la epidermis. A través de las mismas, se hace pasar una corriente eléctrica de baja densidad, cuyo efecto principal es provocar la liberación del contenido graso de los adipositos. Además, mejora la circulación local, incrementa el calor local, favorece la producción local de ciertas hormonas que intervienen en la combustión de las grasas, aumenta la actividad celular en general y tonifica las estructuras cutáneas. Todas estas aplicaciones se deben a que esta microcorriente actúa sobre la estimulación de la microcirculación, y de las fibrillas musculares, mejorando el aporte nutricional de los tejidos, tonificando la epidermis y las fibras musculares.


>> Con este tipo de tratamiento se obtiene una apreciable reducción del volumen local

Cada sesión suele completarse con un drenaje linfático manual, que favorece la eliminación de las grasas liberadas o con la aplicación de otro tipo de aparatología que favorezca el drenaje de los catabolitos grasos, como pueden ser la endermología, la presoterapia e, incluso, la aplicación de gimnasia pasiva energética.

Con este tipo de tratamiento se obtiene una apreciable reducción del volumen local y una mejoría notable del aspecto de la piel de naranja en pocas sesiones.

Por término medio, se precisan alrededor de entre seis y diez sesiones con una frecuencia semanal. Se recomienda un mantenimiento de dos veces al año.

Indicaciones

Adiposidad localizada
Celulitis local
Preparación de los tejidos previamente a una intervención quirúrgica de liposucción, lipoclasia, lipoescultura o cualquier otra variante
Como tratamiento postquirúrgico para remodelar las zonas succionadas e irregulares
Contraindicaciones

Cardiopatías
Marcapasos
Epilepsia
Trastornos circulatorios importantes
Trombosis, flebitis, embolias tromboflebitis
Alteración superficial de la zona de tratamiento, lesiones, irritaciones, infecciones, etc.
Embarazo
La forma de aplicación de este tipo de corriente es muy fácil y no requiere esquemas específicos de aplicación, simplemente se deben aplicar las placas o bandas conductoras sobre la zona a tratar, comprendiéndola en el campo magnético, siempre teniendo en cuenta una placa activa y otra pasiva. A mayor número de bandas que apliquemos sobre la zona, mayor efectividad, evitando que unas placas contacten con otras. La intensidad de aplicación en este caso está muy condicionada a la sensibilidad del cliente -siempre se comenzará el tratamiento con intensidades medias-bajas para evitar que el paso de corriente sea doloroso y se irá aumentando la intensidad en las sesiones según el cliente-. Las intensidades se deben variar poco a poco a lo largo de las sesiones, para evitar la acomodación de la sensibilidad al paso de corriente.

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